He tenido la suerte de vivir un confinamiento un poco especial, casi mágico, rodeada de caballos y naturaleza… He podido disfrutar de cada minuto de este entorno y de la compañía de los caballos, y todavía me he sentido afortunada siendo consciente que me había tocado la lotería en momentos de incertidumbre y para muchos de angustia.
He aprovechado este tiempo de paréntesis, para saborear cada instante, haciendo un esfuerzo especial para ser “consciente” de todo lo que me rodeaba.
Ha sido como una foto mental de mis sensaciones, he respirado profundamente y he podido sentir el olor a tierra mojada que deja el rocío; he oído el canto de los pájaros despertándose, y al viento cuando pasa entre las hojas de los acebuches. También he visto la luz del sol atravesando las ramas al amanecer; los caballos pastando; y he sentido el tacto suave de su pelo de invierno.
He observado las manadas durante horas, intentando ser una más sin más, sin intervenir, dejando que ellos decidan si se querían acercar o no, dejando mis intenciones, mi ego de lado.
He podido practicar en total libertad el mindfulness con caballos, estar en el presente, alejar los pensamientos, el futuro, el pasado, estando aquí y ahora juntos con unos grandes maestros: los caballos.
Un amigo mío solía decir que levitaba dos palmos encima del suelo… ¡Pues a mí me ha ido muy bien levitar!
Los caballos no mienten, no tienen ego, no juzgan, pero sí reaccionan sobre lo que perciben
Mindfulness, es la conciencia plena de uno mismo, de los demás y de su entorno, utilizando todos sus sentidos. Permite a cada persona cultivar su resiliencia, adoptando maneras de ser y de actuar más positivas y eficaces.
Una práctica regular del mindfulness permite conectar con uno mismo, tener consciencia de sí mismo, de cada parte de su cuerpo, de sus emociones, de su estado anímico y por lo tanto actuar sobre ello si se desea, además de reducir el estrés y la ansiedad. Los caballos son animales sociales y altamente emocionales, capaces de percibir nuestras emociones de manera inmediata y así darnos un feedback inmediato.
¿En qué consiste exactamente el mindfulness con caballos?
Inmersos en la naturaleza, rodeados de caballos, observamos a las manadas de equinos. Observamos como viven, como se desplazan, como se relacionan entre ellos, y descubriremos porque son auténticos maestros en la práctica del “aquí” y el “ahora”, y unos medidores fabulosos de la autenticidad y coherencia. No mienten, no tienen ego, no juzgan, pero sí reaccionan sobre lo que perciben.
¡Es una experiencia única y adictiva!
Se practican varias técnicas de Mindfulness, como la observación del entorno, la observación interna, meditación guiada con el fin de vivir en el presente, estar en el ahora, reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando activamente el fluir de la experiencia tal cual se está dando.
El objetivo de una sesión de Mindfulness con caballos es salir relajado y recargado con energía positiva!
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