Explorando el Golfo de Cádiz en velero: una aventura inolvidable

El golfo de Cádiz es un área enorme, pues se considera que es la extensión de mar y costa entre el estrecho de Gibraltar (Tarifa), hasta el cabo de San Vicente (Sagres). Enclavadas aquí dos de las zonas europeas más atractivas para el turismo como son el Algarve portugués y la Costa de la Luz española, especialmente, la costa de Sancti Petri en Chiclana, Conil, Vejer, Barbate y Tarifa. Los inviernos más templados y la mayor cantidad de días soleados de Europa se dan en esta zona, que ha sido frecuentemente navegada desde los fenicios.

Dada su gran extensión, tiene muy diferentes áreas de navegación. Voy a hablar de un crucero de navegación a vela de una semana de duración partiendo de Conil de la Frontera y llegando a Olhao y la isla de Culatra, en Portugal.

Navegación Costera desde Conil a Culatra pasando por Mazagón

En un velero de 50 pies o 16 metros con cuatro camarotes y rodeados de hijos e hijas adolescentes de amigos, a principios de julio y en dos jornadas, la primera costeando…Cádiz, Rota, Chipiona, Doñana hasta Mazagón, y la segunda más alejados de la costa nos plantamos en la isla de Culatra entre las rías de Faro y Olhao.

Dos jornadas tranquilas alternando viento y motor, (se puede hacer en un día completo, navegando derechos y alejados de la costa) pescando con el curricán ¡sacando alguna caballa! Y con bañitos y comida a unas millas de la costa.

Explorando la Isla de Culatra

Llegamos a Culatra con tiempo para buscar un buen fondeadero, ver un precioso atardecer y salir a cenar a Olhao pues los restaurantes de la isla tenían todo reservado.

Las edificaciones de la isla son un conjunto de casas de una sola planta, antiguas casas de pescadores, construidas sobre arena de duna y unos cuantos bares y restaurantes. Las calles, arena de playa o losas de hormigón sobre arena. Un sitio para perderse un verano entero… o una vida si me apuras.

La cara sur de la isla, una playa vacía, larga y con olas que baten bien, es preciosa pero los vigilantes no dejan entrar en el mar más de la cintura a nadie en la zona de tumbonas. La cara norte, la que da a tierra y a la ría es la zona habitada. En la ría… mucho verde hacia tierra, mucho velero y catamarán en el agua, pero sin agobiar… no es Ibiza ni Formentera.

Fondeados cerca del minipuerto de Culatra, un sitio perfecto para dormir unos días tranquilos a bordo, bajar a comprar pescados locales de anzuelo, ir de barco en barco con la tabla de paddle surf y por la noche ir a cenar a Olhao.

Corre brisilla y el calor no aprieta, sí el sol, se nota el sur y la época del año. Los amaneceres brumosos, los atardeceres maravillosos. Un lugar en el que salvo la velocidad de los barco-taxis, todo es maravillosamente tranquilo… hasta las poderosas corrientes de la ría parecen menos de lo que realmente son.

A la hora de volver a mar abierto, si la marea es ascendente hay que poner el motor fuerte, pues el ingeniero no anduvo muy fino a la hora de calcular la cantidad de agua de entrada o salida de agua de las rías, dejando un paso bastante estrecho, por lo que la fuerza de la corriente es importante. Una vez en mar abierto y costeando hay que andar vigilante con las piscifactorías y/o almadrabas, sobre todo en la zona portuguesa, pues son abundantes. El sitio en resumen es fantástico, sobre todo la isla, que no deja de ser una gran duna.

Lo cierto es que la barrera de islas de esta parte portuguesa del golfo de Cádiz, hasta Faro ha impedido que la primera línea de costa esté urbanizada como pasa en España. Y a vista de navegante es mucho más bella que las costas de Cádiz y Huelva salvo el área protegido de Doñana, la base de Rota, la Punta del Boquerón en Sancti Petri, Castilnovoen Conil, El Palmar y Mangueta en Vejer, el Retín en Barbate o Valdevaqueros y Bolonia en Tarifa.

Esta parte del Algarve debe de parecerse a lo que fue Conil antes de que cambiaran el curso del Rio Salado, pues ahora sale derecho al mar y antes transcurría paralelo a la costa por lo que hoy es el paseo marítimo de Conil hasta desembocar en el mar un poco antes de la Fontanilla. Es decir, la playa de los Bateles era una isla o bien la prolongación de la duna de la playa de Castilnovo, que a su vez era un brazo de tierra que venía desde la duna de la torre de Castilnovo, donde ya comienza El Palmar y el término municipal de Vejer.

La vuelta transcurre con la misma calma que el primer día, si bien a la altura de Chipiona y ante el levante, más bien sur este en la zona de la bahía de Cádiz, decidimos entrar en puerto y acabar ahí la travesía para no ir dando panzadas y empapándonos hasta Conil. Este punto final en Chipiona fue realmente revelador… sus bares y sus tapas de cine, la playa junto al puerto deportivo…de TV. Era ver un sketch de Los Morancos tras otro. ¡Grande Chipiona!

Recomendaciones y Consejos para Navegar

Durante nuestra travesía, hemos aprendido a valorar la importancia de la seguridad y la precaución en el mar. Recomendamos a todos los navegantes que se preparen adecuadamente antes de emprender cualquier travesía, asegurándose de tener el equipo adecuado y estar al tanto de las condiciones meteorológicas y marítimas.

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¡Prepárate para embarcarte en una aventura que recordarás para siempre en el Golfo de Cádiz!